jueves, 26 de marzo de 2009

7. Emprender e Innovar en Tiempos de Crisis

Es, ahora, en tiempos de crisis cuando políticos, economistas, estudiosos,... intensifican sus esfuerzos por desarrollar fórmulas mitigadoras y resolutivas que den como resultado una nueva época de crecimiento económico. El Gobierno de España ha desarrollado su particular receta a través del Plan E que, por ahora, no está dando muchos resultados ya que aún no están a nuestra disposición o presentan carencias algunos de sus ingredientes (por ejemplo los créditos ICO). La Economía no es una ciencia exacta y, por consiguiente, no hay ecuaciones matemáticas, más o menos sencillas, que nos den el resultado deseado. Mientras que para conocer la velocidad, sólo tenemos que dividir el espacio por el tiempo y por tanto para aumentarla sabemos que debemos ampliar el primero o reducir el segundo, en Socioeconomía las cosas son más complejas y menos mecánicas.

La fórmula del gobierno es la siguiente: Familia + Empresa + Empleo + Finanzas + Modernización de la Economía = Plan E = Paliar y salir de la Crisis. A fecha de hoy no ha dado muchos resultados.

Ahora bien, a pesar de que la economía no es una ciencia exacta, más cuando intervienen en ella agentes sociales, podemos hacer uso de las fórmulas físicas y matemáticas para salvar el obstáculo que ahora tenemos y, a la vez, ser más competitivos y eficaces en un futuro. Para ello, nos fijaremos en la figura de un ese gran prodigio de la ciencia que fue Albert Einstein (1879-1955) y quien apuntó:

“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.

Esta que acabamos de ver, no es una de esas fórmulas matemáticas de los físicos pero sí que es una fórmula exacta. Einstein ha dado en la clave de las causas, consecuencias y soluciones de la crisis.“Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones”

Este es uno de los aspectos claves para superar la crisis. La situación económica actual es hostil y difícil, pero no podemos dejar que el tiempo pase sin más y echar la culpa a bancos, gobiernos, empresas,... Sólo uno mismo puede salir del bache y de la crisis, no puede esperar que le resuelvan la papelea en su totalidad. Se están poniendo herramientas a nuestra disposición para intentar facilitarnos la labor pero la desidia no se puede apoderar de nosotros. Aunque nos cueste creerlo también hemos contribuido con nuestra conduzca a la crisis y, sobre todo, a que ésta sea más incipiente en España. No nos hemos preparado para ella aún sabiendo que iba a llegar. No somos competitivos a ninguna escala: en la laboral, en la empresarial, en la gubernamental, en la institucional, en la administrativa. A pesar de los esfuerzos que se están haciendo, éstos son insuficientes a todas las escalas y principalmente son parches para dar tumbos en un terreno muy deteriorado. No podemos echar la culpa al capitalismo, a la globalización, al Gobierno, a las empresas, a los trabajadores,... Todos y cada uno de ellos, todos y cada uno de nosotros tenemos mucho que decir y qué hacer en una jungla llena de peligros, pero hay que subsistir y salir adelante. Albert Einstein se adelantó a nuestros tiempos y nos da la fórmula: “la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado".

Pero si queremos delimitar mucho más la formula y dotarla de elementos concretos también podemos hacerlo. En la edición del fin del semana del 31 de enero y 1 de febrero de 2009 aparecía en el periódico Cinco Días un artículo de Juan Mateo titulado “Una Crisis muy Relativa” en el que utiliza la Teoría de la Relatividad para crear su propia fórmula y ayudar a los empresarios a salir de la crisis. Esta receta podemos hacerla extrapolable al ámbito laboral, gubernamental, institucional, administrativo y personal.

Mateo sostiene que las crisis económicas son tan relativas como el espacio y el tiempo, constantes sobre las que se fundamenta la Teoría de la Relatividad pues dependen de cómo y dónde se produzcan y del modo en que nos afectan a cada uno de los agentes socioeconómicos. Einstein determina que E = m x c2 (donde E es la Energía, m la masa y c la velocidad de la luz) y que viene a expresar que “un solo kilogramo de materia equivale aproximadamente a toda la energía que se consume en la tierra en una hora”. De este modo el científico establece que la masa y la energía están relacionadas directamente con la naturaleza. Según Juan Mateo, “igualmente deberán estar relacionadas cuando hablamos del mundo empresarial , ya que éste no sólo está inmerso en la naturaleza, sino que, en sí mismo, es una selva inagotable”. Para aplicar la fórmula que acabamos de ver al mundo empresarial redefine sus conceptos y determina que:Ee > energía empresarialMp > masa pensante (número de personas que piensan) C > creatividad (expresada en una escala de 0 a 10)

La fórmula de la Relatividad Empresarial, por tanto quedaría como: Ee = Mp x c2...En este caso “la masa física pasa a ser la masa pensante (Mp), (...) el número de personas de nuestra organización que no se limitan a ejecutar mecánicamente procesos o procedimientos”. El segundo factor, el multiplicador, “desarrolla al máximo la energía, sería aquello que nos impulsa a la velocidad de la luz en la empresa, lo que nos hace superar las barreras del sonido, de la luz y de la competencia empresarial, y eso no es otra cosa que la creatividad (C). (...) Por mucho que pensemos, si nuestro pensamiento no es creativo, no trae aparejado crear y desarrollar novedades, nuestra energía es infinitamente menor”. De esta forma, si nuestra creatividad fuese valorada con un 10, multiplicaríamos por 100 el número de personas pensantes, pero si fuese 0 anularíamos la capacidad y efectividad de la masa pensante, por muy numerosa que fuese ésta.

Juan Mateo finaliza su artículo diciendo que “De nosotros depende dotar a nuestra empresa de suficiente energía para superar la crisis: provoque la reflexión creativa en el mayor número de personas posibles y tendrá tal energía que la crisis será una oportunidad única para obtener buenos resultados”.
Te recomiendo que visites este blog: http://lacrisisparatorpes.blogspot.com/
Reflexiones para el debate
Volviendo al punto 4. Si consideramos la bodega de 15 años de antigüedad ¿Qué acciones innovadoras podemos aplicar para su éxito enoturístico?

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